Blog

Queridos clientes, comensales y amigos, este sábado 12 de agosto el restaurante El Sordo abre de nuevo sus puertas para todos vosotros. También el martes 15 estaremos a vuestra disposición para que podáis celebrar el día como es debido: con una buena comida o cena. Os esperamos con mucha ilusión ante la nueva temporada, para la que hemos preparado tantas cosas.

Tras un merecido descanso, volvemos a la actividad con muchas ganas de seguir haciendo lo que más nos gusta y da sentido a nuestro trabajo: haceros felices.

Pero ya sabéis que para nosotros “descanso” tiene un significado muy particular: como es nuestra costumbre y pasión, hemos aprovechado el tiempo para viajar y explorar nuevas gastronomías. También para investigar y jugar con novedosas y originales ideas. No nos conformamos con satisfacer tu paladar cuando te sientas a nuestra mesa: también queremos sorprenderte. Por supuesto, siempre con las raíces puestas en nuestra querida tradición gastronómica.

Te esperamos para una temporada llena de buenos alimentos, exquisitos platos y la mejor atención al cliente. Como dicta nuestra filosofía: una buena comida sin una buena atención es una experiencia incompleta.

¡Os esperamos!

En el año 1850 el arqueólogo inglés Sir Austen Henry Layard descubrió Nínive y su maravillosa biblioteca de donde se extrajeron decenas de miles de tablillas de arcilla en escritura cuneiforme.
Toda aquella cultura perdida de las civilizaciones antiguas desaparecidas fue apareciendo bajo la arena. Astronomía, astrología, arquitectura, matemáticas, geometría, filosofía, poesía épica, agricultura, historia y gastronomía emergieron del olvido desde los tiempos de Súmer y Acadia e incluso se hallaron referencias a textos anteriores al diluvio.

En el plano gastronómico, el cual nos atañe especialmente, sabemos que los antiguos acadios y sumerios cocinaban las carnes y pescados en zumos frescos de frutas recién exprimidas, trabando la salsa con frutos secos tostados. Este es el magnífico legado que ha volado en el tiempo desde Nínive, Assur, Ur, Uruk y Nippur hasta Ricote en un viaje de varios miles de años para traer a nuestra carta la famosa albóndiga de Asurbanipal, cocinada en un caldo a base de zumo de granadas y nueces tostadas y trituradas. Carne de ternera, pimientas, sal, clavo, menta y pasas hacen el relleno para completar una elaboración muy oriental donde se citan todos los sabores: dulce, salado, amargo y picante.

La arqueología que hace 170 años empezó en Nínive Sir Austen Henry Layard la hemos podido culminar en el restaurante El Sordo en lo que yo llamo arqueología gastronómica.